Preparándote para vender tu empresa

Una de las decisiones más importantes que se pueden tomar, como propietario, es vender tu empresa. Después de haber invertido energía, tiempo, esfuerzo y dinero para construir el negocio, quieres asegurarte de que, cuando llegue el momento, recibas el mayor beneficio posible.

Nunca es demasiado pronto para hacer que la empresa esté ‘lista para la venta’. El implementar ahora una serie de medidas, hace que el proceso de venta en un futuro sea mucho más fácil y el valor para el comprador sea mayor.

 

Hay cuatro áreas claves que nos asegurarán que la empresa está ‘lista para la venta’:

  •  Identificar problemas y solventar diferencias

Lo primero al preparar una empresa para la venta, es identificar las potenciales señales de alerta que puede tener un comprador. ¿Existe un exceso de confianza sobre sobre usted, como propietario? - ¿podrá la empresa y el equipo directivo continuar operando y crecer tras su renuncia? ¿Cuenta la empresa con procesos de venta probados y creíbles? ¿Puede demostrar que periódicamente lleva a cabo un seguimiento sobre los indicadores claves de rendimiento (KPI) y que conoce en que situación se encuentra en relación a su competencia?

Una empresa bien gestionada será más atractiva para los compradores. Tomarse el tiempo para identificar los problemas y salvar las diferencias antes de recibir una oferta llevará sin duda a recibir una mejor oferta de venta.

  •  Información financiera sólida

Contar con unos estados financieros sólidos, durante varios años, es clave para desarrollar una historia que ayude al potencial comprador a identificar patrones del rendimiento pasado, presente y futuro. Esto incluye ser claro en relación a la información importante, como clientes claves y métricas sobre la rentabilidad por cliente, que puede incluir un análisis detallado de múltiples canales de venta.

El valor del negocio aumenta cuando somos capaces de mostrar estimaciones exactas de las ventas basadas en datos sólidos, somos capaces de ilustrar ganancias importantes, sostenibles y crecientes, además de oportunidades de crecimiento y potenciales ganancias futuras. Todo esto le ayudará a diferenciarse de la competencia y a lograr un precio de venta superior.

Una sólida ejecución financiera durante el proceso de due diligence y las negociaciones también ofrecerá una confianza adicional al posible comprador. Unos datos financieros malos envían un mensaje equivocado al comprador. Una información financiera de buena calidad y actualizada no sólo tiene un sentido comercial, sino que además aumenta la capacidad del comprador de valorar el negocio y confiar en los resultados financieros.

 

  • Usar los datos para ser más eficientes

Como empresa consolidada, ya tiene muchos datos con gran valor. Por eso, para mejorar el valor de la organización lo que hay que hacer es poner esta información en un formato estructurado que permita una mejor y más rápida toma de decisiones. Puede identificar cómo ser más productivo o innovador, esquematizando elementos recurrentes y pasos en la cadena de valor y luego analizando los procesos para eliminar aquello que no añada valor.

Un enfoque ajustado del mapeo de la cadena de valor permite ofrecer al posible comprador una imagen global más clara del negocio y también identificar áreas de la empresa en las que se puede impulsar la productividad, comenzar a innovar y, con el tiempo, mejorar la rentabilidad.

 

  • Dar un paso hacia atrás y pedir ayuda

Al vender el negocio, es importante pedir consejo. Un asesor con experiencia podrá poner la empresa ‘lista para la venta’, maximizar su valor y prestarle apoyo para ejecutar la transacción con éxito. También puede aclarar la misión y los valores de la empresa, logrando un mejor entendimiento de la dirección comercial.

Es difícil analizar objetivamente la empresa que tanto tiempo, dinero y esfuerzos le ha dedicado; sin embargo, tomar un enfoque más objetivo, antes de la venta, ayuda a identificar y tratar, cualquier problema fiscal o de ganancias que pudiera existir. Esto no sólo minimiza y reduce el riesgo, sino que además, ayuda a demostrar al comprador, que eres un propietario comprometido y organizado. Para reducir aún más el riesgo, especialmente en la fase posterior al proceso de due diligence, se deberá considerar contar con un seguro de manifestaciones y garantías.

Asegurarse de que la empresa está lista para la venta, antes incluso de ponerla a la venta, le permitirá tener una visión más clara de la empresa, reforzando los controles internos y los procesos financieros. Identificando lagunas y haciendo un seguimiento del rendimiento, es posible aprovechar los datos y crear una historia comercial sólida para atraer a potenciales compradores.