Artículo de opinion: "Evasión o Victoria"

por Ignacio Alonso, departamento Precios de Transferencia
La Comisión Europea ha comenzado a atacar las prácticas fiscales abusivas de ciertas grandes compañías, por el hecho de haberse ahorrado, supuestamente, grandes cantidades de dinero en impuestos en la Unión Europea.

En la película dirigida por John Huston, Evasión o victoria, un grupo de prisioneros aliados, capitaneados por Michael Caine, y entre los que se encontraban estrellas de la talla de Pelé, Bobby Moore y Sylvester Stallone formaron un equipo de fútbol para enfrentarse al ejército alemán.

Su intención no podía distar más de la de ganar el partido: de acuerdo con un plan minuciosamente estudiado, la idea era fugarse en el descanso aprovechando el barullo y el desconcierto inicial.

Con independencia de otros muchos detalles (y sin olvidar el magnífico gol de chilena de Pelé) en esta película subyace un claro mensaje: o tomar un atajo (lo cual a corto plazo puede reportar mayores alegrías pero supondrá tener que estar alerta en el futuro para no ser descubierto y encarcelado) o decidir continuar con el partido al amparo de las normas previamente fijadas, optando de esta manera al premio del reconocimiento por el enorme esfuerzo realizado.

Estableciendo un símil, lo anterior podría ser aplicable también a la vida misma. Y, claro está, al ámbito de la tributación.

En este sentido, por todos es conocido que hace unos meses fueron investigadas (y, al parecer, sancionadas) varias compañías del sector TIC mundialmente conocidas. También importantes referentes de la restauración y el ocio.

Asimismo, la Comisión Europea ha comenzado a atacar las prácticas fiscales abusivas de ciertas grandes compañías, por el hecho de haberse ahorrado, supuestamente, grandes cantidades de dinero en impuestos en la Unión Europea gracias al traje a medida que les han venido proporcionando algunos estados a través de los conocidos como "tax rulings".

En línea con lo anterior, no debe olvidarse la obligación que va a entrar en vigor para que los ejecutivos europeos desvelen cualquier traje a medida para que las empresas alivien su carga fiscal.

Multas

Recientemente, distintos medios de comunicación han publicado que uno de los mayores gigantes tecnológicos, por no decir el mayor de todos, ha sido objeto de una multa por parte de la administración tributaria de un país europeo, supuestamente, por no declarar los ingresos obtenidos por la totalidad de las operaciones realizadas en esa jurisdicción. Según ha llegado a declarar el máximo dirigente de esta compañía, "el actual código tributario fue hecho para la era industrial, y no para la digital".

Pues bien, dada la creciente importancia de la economía digital resultaría una tarea ardua, sino imposible, tener que delimitar y separar su radio de acción del resto de la economía a efectos fiscales.

Precisamente, lo que se ha pretendido con las nuevas medidas en materia de precios de transferencia es que se tomen en consideración las relaciones entre las personas o entidades vinculadas y las condiciones de las operaciones a comparar atendiendo a la verdadera naturaleza de las operaciones y a la conducta real de las partes.

Tal y como hemos venido manifestando, el ámbito de los precios de transferencia es uno de los principales focos de actuación para las administraciones tributarias de todos los países, incluido España, sobre todo en los últimos años en los que las operaciones de los grupos empresariales han pasado a ser transfronterizas, involucrando, por tanto, a diferentes administraciones tributarias.

Teniendo en cuenta lo anterior, parece que todos los sectores de actividad están siendo objeto de inspección por parte de las administraciones tributarias deseosas de llevar a su jurisdicción la mayor parte del pastel en lo que se refiere a la tributación.

Con todas estas actuaciones parece que se trata, en definitiva, de restablecer la (mermada) confianza de todos los ciudadanos en la justicia de los distintos sistemas tributarios.

Se trata, por tanto, de un nuevo aviso para navegantes (nunca mejor dicho).

La recomendación que puede ofrecer un asesor a sus clientes es, sin duda, tener lista y a disposición de una administración tributaria cada vez más exigente la documentación que se detalla en la normativa de aplicación intentando que sea de la mayor claridad y precisión posible.

En todo caso, algo nos tiene que quedar claro: los precios de transferencia no son una ciencia exacta y, en caso de Inspección, no es posible asegurar que el enfoque que hayan adoptado las distintas empresas se corresponda, total o parcialmente, con el que finalmente mantenga la administración tributaria.

Publicado por Expansión el 4/02/2016 

http://www.expansion.com/juridico/opinion/2016/02/03/56b22bba46163fe02b8b4694.html